Tiny Middle Finger
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sábado, 16 de enero de 2016

#10: Tardes de otoño


Tardes de otoño
En las que me enamoré de tu sonrisa
Así de lejana y estrella,
Movió algo dentro de mí.



Tardes de otoño
Cuando caí en tus ojos
Como las hojas caían de los árboles
Me vi arrastrada por tu mirada.



Tardes de otoño
Cuando mi corazón latió
Y pude verlo reflejado en los vidrios
En el día y en la luna.



Tardes de otoño
En las que reíamos como locos
Cuando vi al sol y la luna en tu risa
Y ya no necesité cobijo exterior.



Tardes de otoño
Cuando te quise para siempre
Nuestras manos se entrelazaron
Y nuestros ojos se buscaron.



Tardes de otoño
En las que tirados en el césped
Vimos el universo entero 
Reflejado en nuestros cuerpos.



Tardes de otoño
En las que fui tuya y vos mío
Las sábanas estaban arrugadas
Y nuestras almas perdidas.



Tardes de otoño
Cuando te oí cantarme
Y presencié a un ángel mismo
Que ataba su corazón a una guitarra.



Tardes de otoño...
Ay, tardes de otoño...
Si los árboles hablaran
Y el viento cantara
Qué dirían de nosotros
Dos amantes infinitos
En esas tardes de otoño.



{{Todo comenzó en otoño. Nunca duró más que una tarde de otoño}}

sábado, 9 de enero de 2016

#9: Un rato más

Decime que puedo amarte un rato más, que puedo quererte un rato más, que puedo abrazarte un rato más. Ahora que el aire es más pesado, que el corazón está a punto de rompérseme y que empiezo a sentir las palabras dichas como dagas clavadas.
Quiero tirarme a tu lado; quiero una tarde más de camisas a cuadros y una noche más de sábanas rotas; quiero jugar con tu pelo una vez más; quiero tocar tus dedos; quiero que bailemos en tu habitación y nos riamos como si todo hubiera empezado de nuevo; ahora que todo se terminó, quiero amarte un rato más. 
Y sé que todo terminó ahora, pero si mañana ya no vas a ser mío, concedeme este rato más y adiós.

viernes, 8 de enero de 2016

#8: Estrella fugaz

Amé cada uno de tus recovecos, idolatré tus defectos y le hice un altar a cada una de tus virtudes. 
Di de mi todo lo que quedaba, todo lo que existía. 
Te amé, mi vida, con tanto y con tan poco.
Amé tu oscuridad en su peor momento y tu sonrisa incluso cuando ya no estaba ahí. 
Amé tu infierno cuando más ardía y tu cielo en su mayor esplendor. 
Amé las curvas de tu boca a pesar de lo que decían, tus hermosos ojos a pesar de lo que mentían.
Amé tu llanto cuando más clamaba y tu felicidad cuando recién atisbaba.
Amé tu lealtad más traicionera y tus traiciones más leales.
Y así me pagaste, convirtiéndote para siempre en una bella estrella fugaz de mi pasado.