Tiny Middle Finger
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domingo, 26 de julio de 2015

//INCENDIO//

Las cosas que perdimos en las llamas,
Son cosas que nunca volveremos a ver.
Todo lo que hemos acumulado
Se sienta delante de nosotros
Destrozado, hecho cenizas.

Estas son las cosas,
Las cosas que perdimos
Las cosas que perdimos en el incendio, incendio, incendio.

Nos sentamos e hicimos una lista
De las cosas que tenemos.
Por la parte de atrás,
Talones de boletos y tus diarios.

Los leí todos en un día,
Cuando llegó la soledad tú estabas ausente.
No me dijeron nada nuevo,
Pero me gustaba ver las palabras usadas.

Estas son las cosas,
Las cosas que perdimos
Las cosas que perdimos en el incendio, incendio, incendio.

Yo fui el fósforo y tu la roca.
Tal vez nosotros empezamos el fuego.
Nos sentamos separados y observamos;
Todo lo que habíamos quemado en la hoguera.

Dijiste: nacimos sin nada,
Seguro, ahora no tenemos nada.
Dijiste: nacimos sin nada,
Seguro, ahora no tenemos nada.

Estas son las cosas,
Las cosas que perdimos
Las cosas que perdimos en el incendio, incendio, incendio.

¿Realmente entiendes que nunca
volveremos a ser los mismos?
¿Realmente entiendes que nunca
volveremos a ser los mismos?

El futuro está en nuestras manos,
Y nunca volveremos a ser los mismos.
El futuro está en nuestras manos,
Y nunca volveremos a ser los mismos.

Estas son las cosas,
Las cosas que perdimos
Las cosas que perdimos en el incendio, incendio, incendio.

Las llamas lambían las paredes.
Con ternura, 
Convierten en polvo todo lo que he amado.





#6: Inmortales

Me acuerdo de lo traicionada que me sentí cuando te paraste y lanzaste todo lo que pensabas.
Que horrible que nunca hayas siquiera imaginado que en el momento en el que todo se derrumbaba, aquella era mi única opción. Y que en realidad yo me refugiaba en el anonimato de la cantidad porque nunca fui tan humilde como para demostrar cuando una persona significaba mucho para mí.
Y tuvimos días en los que nos matábamos porque eramos muy orgullosas como para admitir que la otra tenia razón, pero poco  persistentes como para evitar llorar y pedir perdón.porque nuestros demonios se necesitaban los unos a los otros pero nunca nos dimos cuenta.
Ahora admiro tu capacidad para actuar como si nada hubiera pasado, cuando se que sos la persona que menos olvida en la vida, y yo no puedo olvidarme de como nos alejamos centímetro a centímetro.
Ahora te miro, y no veo a nadie.
Ahora me mirás, y ves a una persona que no es la que elegiste para querer. Al final, tantas veces nos dijimos adiós y seguimos así, sin darnos cuenta de que en realidad nos íbamos de verdad. Acá estamos, pero ya no existimos.
Y lo único que nos queda es mirar para atrás con una sonrisa y hablar de los viejos tiempos, cuando nos creíamos inmortales.

#5: I'm letting you free

Sé que aún vivís preguntándotelo y dándole vueltas en la cabeza. Seguramente me analizás en tus sueños, o en tu consciencia, ¿quién sabe?
¿Cuánto querés que apueste a que pensás que estoy loca, que estoy fuera de mí, que ni yo me entiendo? Yo hubiera pensado lo mismo. Y capaz que sí, un poquito. Pero el tiempo pasó y las cosas se superaron por sí solas. Las heridas se cerraron y la piel se reconstruyó por encima. Así que, recién ahora, puedo entender aquel suceso repentino y violento: la mayor decisión que tomé en mi vida.
Pero... Sacar de mi vida a las personas que me hacen mal es una habilidad que aún no desarrollé, soy amiga del dolor y cada tanto nos volvemos a encontrar. Entonces, ¿qué? ¿Qué fue, dentro de mí, lo que se desató y me provocó a hacer eso? Buena pregunta. Acabo de encontrar la respuesta. No fue difícil; nada más la tenía que dejar de buscar.
Si me preguntan si me dolió; ¡pfff! Sí. Mierda, me lastimó y me dejó marcada como nunca nada antes lo había hecho. Creí que no lo superaría, que jamás saldría a flote... Pero creo que mi subconsciente te seleccionó para herirme. Sos especial. Sos el tipo de especial que está disfrazado con un tipo de disfraz que los del tipo como yo, jamás nos daríamos cuenta.
Ahora, respirando, te puedo contestar.
Ah, y con esto te digo adiós. Te saludo; esta vez para siempre. Creo que llegamos al final, porque ya no duele pronunciar tu nombre, ya no me hieren los recuerdos rotos, ya no te quiero de vuelta. Así que, amiga mía, acá te develo la incógnita de nuestra separación y corto el hilo tan fino que nos seguía uniendo.
No te estaba dejando ir... Te estaba dejando en libertad.